¿Crees que algo ahí afuera o ahí arriba tiene absolutamente todo el control de tu muerte y de tu vida?
En parte sí, pero en parte no.

Imagen de Alexa en Pixabay.
La parte en la que sí, es en la que debemos confiar y entregarnos al Ser Supremo que somos todos. Quiere decir que el alma está conduciendo.
La parte en la que no, es la que nosotros como humanos podemos «controlar» desde la conciencia adecuada, que es lo que yo voy a aportar aquí.
Dicen que lo que no se aprende, se repite. Lo que no se comprende, se sigue repitiendo.
No me gusta utilizar las palabras «control» o «dominación» porque proceden desde el ego y la fuerza (entendida como forzar algo, como el hecho de ser fuerte), y no desde la libertad, el Amor y la Conciencia. A lo que me refiero es a que podemos responsabilizarnos, hasta cierto punto, de absolutamente todo lo que ocurre en nuestra vida, incluso del momento de nuestra muerte.
Las personas de baja conciencia creen que la muerte está grabada como una fecha concreta en la frente de las personas, dicho de una forma simbólica.
Cada vez que me topo con personas que hacen estas afirmaciones, sé que me encuentro ante gente con muy bajos niveles de conciencia, que todavía están en la concepción de destino y no de libre albedrío; y que todavía no han aprendido a canalizar sus emociones sabiamente y por lo tanto no están exentas de sufrir según que enfermedades como por ejemplo el cáncer o algunas enfermedades autoinmunes, y que todavía no saben contemplar todas las posibilidades. Todavía necesitan pasar por muchos, muchos y muchos procesos de purga emocional y de sufrimiento en el cuerpo hasta hartarse y agotarse, para no tener más remedio que creer en lo imposible a través de diversas formas y disciplinas, para crear un nuevo camino de vías hacia el amor.
Tal vez algunos lo aprendan en una sola vida a través de muchas experiencias muy intensas, y otros pasen vidas y vidas sin aprenderlo. Todo depende del nivel evolutivo del alma y del tipo de aura y energía de cada persona. Hay personas con energías muy intensas, profundas y rápidas, y otras que son todo lo contrario. Pero tampoco lo rápido es seguro de evolucionar asentadamente.

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La muerte ocurre cuando toca de forma natural. En el resto de ocasiones, viene por una vida de malos hábitos y de falta de conciencia. Yo, por ejemplo, tengo previsto vivir muchísimos años porque tengo muchas cosas que aportar y que disfrutar. ¿No te parece?
Siendo muy joven y pasando por brutales procesos de sufrimiento, violencia y transformación a niveles insoportables, incluso ya desde mi nacimiento, yo misma quería acelerar el proceso de muerte física porque no podía soportar el sufrimiento. Ahora que ya lo entiendo, elijo vivir muchos años. ¿Tal vez 150 años? Tengo mucho que enseñar y mucho que aprender. Mucho que dar a la Humanidad y al Cosmos. Me siento muy abundante en ese sentido. Me alegro de haberme lanzado al tren y no a las vías.
¿Y tú? ¿Qué harás con tu vida?

Fotografía de cuando estaba con los bomberos en prácticas de extricación, antes de formarme como enfermera SAMU (ambulancias y emergencias en la calle, para que nos entendamos).
Accidentes que se repiten en un mismo tramo
¿Por qué creéis que cuando se produce un accidente en un punto kilométrico concreto, posteriormente se repite varios accidentes en ese mismo punto kilométrico? Las almas perdidas atrapadas en el astral, tanto las que están en general en el plano astral que no tiene «lugar físico», como especialmente las que fallecieron en accidentes previos en esa zona, necesitan tomar fuerzas. Y lo hacen de aquellos que están vivos y que no conocen cómo funciona el proceso.
En la dimensión del astral sigue habiendo sufrimiento emocional, por eso el suicidio físico no funciona, porque antes de ir a la Luz, está el área del astral, donde quedan las almas atrapadas en el sufrimiento emocional, y solo pueden evolucionar a base de afinidad vibratoria con las emociones y sentimientos de los vivos.
El dolor se experimenta en el cuerpo físico y el sufrimiento en el cuerpo emocional, o mejor dicho en la dimensión emocional, donde están las almas del astral. No hay percepción de sufrimiento en el terreno mental ni energético. Como ellas no pueden «volver» inmediatamente al mundo físico (a no ser que pasen por un proceso de purga emocional desde donde están, y sin poder canalizar los sentimientos a través de un cuerpo físico porque no tienen cuerpo, no es tan fácil, y han de esperar para volver a «encarnar» en una nueva experiencia humana) lo que hacen desde su trauma estancado en el que quedaron cuando fallecieron, desde sus prisas y desesperación porque todavía no han podido volver a la Luz ni tampoco al mundo de los vivos, están en un limbo, y provocan las famosas y típicas «distracciones» en los conductores para que les «acompañen en el otro lado». No es casual ni extraño encontrarse personas que están bajo adicciones al volante, bajo exceso de trabajo del que no duermen ni descansan lo que necesitan. Esto pasa también con muchos camioneros. Hay que tener en cuenta que cuando las personas de esas almas fallecieron, no tenían previsto matarse en un accidente de tránsito, de la misma manera que tú no lo esperas (ni esperas que le pase a alguien que conoces) cuando vas por la carretera; por lo que el estado emocional en el que quedan justo en el instante de la muerte es el de pérdida, desorientación y desubicación. No saben qué ha pasado de repente, incluso muchas de ellas no saben ni entienden que están muertas.
Entender y asimilar que uno ya no está en el mundo de los vivos de golpe y porrazo, literalmente no debe de ser sencillo. Aunque el cuerpo muera la conciencia sigue estando. Es como cuando despiertas de un sueño demasiado rápido, de una pesadilla que te despierta agitadamente y no sabes dónde estás, o de cualquier sueño en el que no terminas de «bajar a la tierra», y todo ese día lo pasas con una sensación extraña. No terminas de asentarte, y te sientes disperso, todo lo que necesitas es esperar a dormir la próxima noche, purgar y limpiar esa sensación de atontamiento (donde por cierto sigues creando situaciones tal vez de una vibración más dispersa o baja), volver a intentar sincronizarte con los ritmos circadianos y que llegue el día siguiente. Imaginaos la desesperación, porque eso mismo pasa también de una vida a otra. Nacer disperso y morir disperso puede cambiar por completo la existencia de un ser humano y hacerla mucho más complicada a que si esto no ocurre así.
Mi labor está enfocada precisamente en el cuidado de la concepción el embarazo los nacimientos, todo el ciclo vital del ser vivo, y las muertes. Porque de eso depende cómo se vive una existencia tras otra.
Podemos aprender a elegir vivir más años, y mejor
Pero podemos tener el control de esto con la conciencia adecuada. Y yo diría más, porque no utilizaría la palabra «control», porque eso es dominar desde el ego y no es amor, sino desde la conciencia y tener la responsabilidad de mantenerse en alta vibración, al margen de lo que ocurra ahí afuera para que no ocurra este tipo de situaciones.
Hay un libro que dice que «Ningún accidente es accidental». Por eso es tan importante tener una alta vibración antes de tomar cualquier vehículo para conducirlo, no dejarse llevar por las famosas distracciones por multitarea o hablar mientras se conduce a través del teléfono, en la que la mayoría de la población mundial cae como moscas y como ratas. Disculpad mi brusquedad, pero es que es así. Algunos necesitan morir o sufrir un accidente para despertar, estar en el presente y prestar más atención a las personas que les aman. Y mucho menos dejarse llevar al volante, por las discusiones familiares o de pareja, que especialmente son frecuentes, y más, previo a rupturas, divorcios o separaciones.
También es muy bueno e importante conocer los tránsitos astrológicos, los de Diseño Humano, y con ello la carta natal y la Revolución solar/; precisamente para saber en qué estado están los planetas y los tránsitos (retrogradaciones y aspectaciones planetarias, mirad mucho Marte y Saturno especialmente) para, precisamente conociendo eso, no dejarse llevar por nada de eso, sabiendo que nuestra conciencia y nuestro ser es más fuerte y traspasa más allá de eso. Si en lo más hondo de tu alma y de tu corazón quieres vivir, lo harás. Lo está diciendo a alguien que durante muchísimo tiempo no quiso morir, pero no vio la muerte más que única opción y preparó varias situaciones de intento de suicidio ante la incomprensión del mundo y del entorno. Y mira, aquí estoy escribiéndote esto con todo mi corazón 🌹❤️🙏🙌✨🌍🤗 Es curioso porque como enfermera había salvado alguna que otra vida antes. En el fondo EL ALMA SABE que ha de hacer algo importante. EL ALMA SABE.
EL ALMA SIEMPRE SABE.
Otros ejemplos
Además, de que en el terreno físico, hay tramos de carretera, vías, por mar o por aire, que son tremendamente complicados de transitar, y también por eso aparte es muy normal que haya accidentes. Pero obviamente, la parte del mundo no visible también hace de las suyas. También las geopatías y la orografía influye, pero eso me daría para otro artículo.
¿Recuerdas el Cabo de Hornos?
¿Conoces la fosa de las Marianas?
¿El triángulo de las Bermudas?
¿El submarino que implosionó con la expedición a bordo cuando aquellas cinco personas bajaron a ver a los muertos del «Titanic», cuando en el fondo pensaban que solamente iban a ver el «Titanic» hundido?
Esto no pasó con James Cameron, que sabía donde se metía, tanto cuando bajó a ver al «Titanic» incontables veces, como cuando tuvo las santas narices de bajar al abismo de Challenger, en la misma fosa de las Marianas, el punto más profundo de la tierra bajo las aguas.
La cuestión es, con la conciencia adecuada, ¿habrá un nuevo accidente? Es más, se hará caso a la intuición de no continuar por ese tramo, no tomar «ese día» el avión, el barco, el tren o el coche ese día porque tienes una sensación «extraña y diferente», a pesar de que en el mundo físico y exterior todo y muchos (a veces aquellos a quienes amas y sabes que has de desobedecer y desoír si quieres seguir vivo), te señale a que debes ir por ahí?
A veces, la mejor forma de conducir es no conducir. Y menos controlar.
La multitarea mientras se conduce no es nada recomendable. Nada de andar con el teléfono en la mano y sin el cinturón de seguridad.
El caso del fallecimiento de la princesa Diana de Gales
¿Qué creéis que pasó con la princesa Diana cuando falleció en un accidente de tránsito? Al margen de que no llevaran puestos los cinturones de seguridad, que hubiera una trama oculta para liberarse de ella tras ninguno de los componentes de la situación haber hecho caso a su autoridad y a su alma desde un principio, por dejarse llevar por un sistema viciado e inconsciente; y al margen de que ella fuera proyectora y amplificara la energía de desesperación y angustia, propiciando una situación de baja vibración mayor… Y todo unido causó su muerte. Hay un dicho que dice «Entre todos la mataron y ella sola se murió».
Con la conciencia del mundo espiritual adecuada, y la prevención física adecuada, cualquier tipo de accidente, tanto de tránsito como doméstico se puede evitar. Incluso los «accidentes» que tienen que ver con las relaciones y las rupturas, entre ellas.
Aprender a conducir por la existencia es un arte🌹
Firmado, el Alma. Firmado:
El conductor,
Ebael ❤️