MUJER REFLECTORA Y HOMBRE PROYECTOR (DISEÑO HUMANO)

Ante todo habría que tener en cuenta que el funcionamiento de las auras de un reflector y de un proyector es el mismo, ya se trata de un hombre proyector o una mujer proyectora, o de un hombre reflector o una mujer reflectora; pero deberíamos añadir particularidades concretas del diseño de cada uno, y el resto de los condicionantes, como es el lugar donde se ha nacido, cómo se ha desarrollado el embarazo, el parto y las experiencias del ciclo vital, la carta natal, las creencias relacionadas con el sexo, el dinero y los vínculos relacionados con la zona geográfica donde se ha nacido, la forma de vivir la religión y la espiritualidad, yo diría que también influye el eneagrama; aunque nada de eso nos define quienes somos.

También la epigenética y el árbol genealógico, el tipo de apego si es inseguro (evitativo o ansioso) o seguro, y demás condicionantes como te lo señalo aquí:

Ahora bien, sí que hay un cambio cuando nos encontramos ante un hombre proyector y una mujer reflectora, y una mujer trayectoria y un hombre reflector. Las cosas cambian notablemente.

Más adelante iré creando más contenido concreto relacionado con esto, porque no es lo mismo un hombre generador con una mujer proyectora, que un hombre proyector con una mujer generadora.

Hay combinaciones diferentes e infinitas y cada ser humano es un mundo y cada pareja es un mundo. Pero no es lo mismo un hombre reflector con una mujer proyectora, que un hombre proyector con una mujer reflectora.

Para eso primero tengo que, teniendo en cuenta todo lo anterior que he escrito hasta aquí, explicar algo decisivo.

Todavía venimos cargando con los vestigios de lo que la biología humana viene quedando grabada desde la impronta de las cavernas después de millones de años. Me explico mejor.

Quiero hablar de esto antes de hablar de las diferencias entre las auras entre un hombre reflector y una mujer proyectora y viceversa, para que esto sea más sencillo de entender.

Resulta que hace millones de años, los primeros homínidos se encontraron con un planeta completamente salvaje y despoblado que requería de una civilización para poder hacer posible la vida humana a través de la obtención de los recursos para la procreación de la especie. Eso implicó que durante millones de años, los hombres, que tenían una constitución corporal más fuerte a nivel físico, fueran los que salieran en grupo a cazar y a buscar el sustento entre todos, pero luego dividiéndose.

Los hombres tuvieron que desarrollar una visión focalizada para ir a por la presa, que es lo que les permitiría poder comer y alimentar a la prole. Iban en grupos y después tenían que dividirse a lo largo de varios frentes diferentes para acorralar a la presa. Debido a que ellos necesitaban salir a un mundo tan hostil, estaban bajo mucha presión y sujetos a muchísimos peligros para poder traer el alimento a casa (fíjate ahí en la desconfianza que de una forma mucho más natural y marcada a nivel emocional, los hombres proyectan hacia el sexo opuesto, cosa que las mujeres somos más abiertas y comprensivas en ese sentido). Esa presión que ellos vienen arrastrando y esa desconfianza por la agresividad percibida del mundo en el que tenían que capturar a una presa, la vienen arrastrando todavía. Para ellos la supervivencia implicaba no hacer ruido, porque el más mínimo ruido o movimiento podía delatar su posición y ser comidos por la bestia prehistórica, y por lo tanto dejar a la familia completamente sola y abandonada sin posibilidad de sobrevivir en un mundo tan hostil.

Es por eso que de por sí la mayoría de hombres va en grupo, pero cuando tiene un problema, no se lo cuenta a la hembra; y en el caso de que lo haga se lo va a contar a otro hombre «macho alfa» de la «manada», ya que no puede volver a casa con un problema, sino que él siente que ha de ser el proveedor y la persona que trae la solución a los problemas y no el problema en sí a casa. Es decir, tiene que venir con la comida y la presa para la supervivencia de la familia. Obviamente, hemos evolucionado mucho y no estamos en modo «supervivencia», pero muchos vestigios aún nos quedan muy arraigados.

Por su parte, la mujer debía quedarse en un entorno muchísimo menos hostil y más tranquilo aparentemente, pero no exento de trabajo y de dificultades. La cuestión es que las dificultades a las que se enfrentaban los hombres eran mucho más evidentes y relacionadas con el mundo material y a nivel más rápido; y las mujeres tenían problemas mucho más sutiles a nivel emocional y desde la parte interior, pero también tenían sus angustias para sacar a la familia adelante. Esto es así porque ellas se quedaban en las cuevas, dado que su constitución física era menos fuerte a nivel muscular, y ellas estaban preparadas para dar a luz y criar a los bebés.

Mientras los hombres debían ir en grupo, pero terminar separándose para poder abordar a una presa en un medio hostil, las mujeres podían estar todas juntas cocinando, hablando y manejando varias cosas a la vez; teniendo que estar pendiente de los niños, los ancianos, el cuidado de la cueva, el desarrollo de la alimentación y la atención a los partos; además del cultivo de las danzas y la fertilidad.

Los «deportes» qué hacían los hombres eran más agresivos y relacionados con la lucha. Esto, más que deporte, era más bien una necesidad, ya que ellas a través de las danzas buscaban atraer fertilidad para procrear en la especie, y los hombres necesitaban trabajar en la lucha para poder estar fuertes para poder cazar y alimentar a la familia y a la tribu.

PARA LA MAYORÍA DE HOMBRES, ESTAR EN SILENCIO ES UNA FORMA SUBCONSCIENTE DE PROTEGERSE Y DE SALIR ADELANTE EN LAS SITUACIONES.

POR ESO EN UN CONFLICTO ELLOS TIENDEN A ESTAR CALLADOS Y A OBSERVAR A VER POR DÓNDE ABORDAR LA SITUACIÓN, MIENTRAS QUE PARA LA MUJER LA FORMA DE SOBREVIVIR ES HABLAR Y SOLUCIONAR LAS COSAS EN EL MOMENTO EN QUE SURGE EL PROBLEMA, EN LUGAR DE PONER DISTANCIA Y ESPERAR A VER QUÉ PASA COMO HACE EL HOMBRE.

ESTO ES TREMENDAMENTE IMPORTANTE PARA RESOLVER LAS RELACIONES DE PAREJA ENTRE HOMBRES Y MUJERES, Y LOS TIPOS DE AURAS.

Por esa parte, las mujeres debieron desarrollar una visión periférica que les permitiera estar con un ojo puesto en la comida, otro ojo en los niños, otro ojo en los ancianos, otro ojo en sí mismas, otro ojo en la cueva y así sucesivamente.

El entorno materialmente y en las apariencias era menos hostil, sí, pero tuvieron que desarrollar una complejidad emocional y una forma de comunicación mucho más avanzada.

Y es por eso que cuando a las mujeres se nos presenta un problema, por lo general automáticamente necesitamos hablarlo, y la solución está más en hablar de ello y aliviar nuestra angustia venida de la incomprensión, que realmente poner una solución, que es lo que de inmediato buscan los hombres.

Para nosotras, el 80% de la solución es comunicarlo, y luego ya nosotras resolvemos lo que tenemos que resolver. Es por eso que cuando se trata de suicidio el hombre es más agresivo a la hora de quitarse de en medio que la mujer que busca una vía más «suave», si se puede decir así.

Esto es importante, porque esto ya de por sí hace que el tipo de aura influya y equilibre estos rasgos; pero de por sí la mayoría de mujeres están mucho más desarrolladas emocionalmente que la mayoría de hombres, aunque esto está empezando a cambiar y a equilibrarse.

Pero también es verdad que a día de hoy, a nivel mundial, está desarrollándose mucho el «Síndrome de Peter Pan» en muchos hombres (y mujeres), cosa que también hay que tener mucho en cuenta, dependiendo de las madres que han tenido y que han sufrido muchísimo y han sobre protegido a los hijos, haciéndolos niños en lugar de hombres.

A día a día de hoy hay más bebés que hombres y hay muchas personas que están trabajando para crear tribus de hombres conscientes. Y muchos hombres que están trabajándose en ello pero parece que escasean bastante en comparación con la cantidad de hombres niño que todavía no han madurado ni parece que lo vayan a hacer.

Digamos que venimos arrastrando generaciones de mucha guerra y violencia y se ha pasado de un extremo al otro: se ha pasado de que los hombres sean muy machistas y violentos, a que sean completos bebés irresponsables a los que no se les puede decir nada, ni que se hagan cargo de sus propias responsabilidades como hombres que todavía no han llegado a descubrir que son.

Si bien un hombre proyector, por el mismo hecho de ser proyector, puede tener un nivel de conciencia mucho más avanzado, también depende su nivel evolutivo del alma y el nivel de conciencia que tenga; porque hay proyectores muy inconscientes, y otros que son muy conscientes, no importa si son hombres o mujeres.

Pero en el caso de un hombre proyector, si está muy sobre protegido, por muy proyector que sea puede llegar a ser muy inmaduro si está bajo el síndrome de Peter Pan, y ha sido protegido en demasía por su madre o por un cuidador durante su infancia y adolescencia.

Teniendo en cuenta todo esto, tengo que decir que no es lo mismo obviamente, cuando nos hallamos en una relación entre un hombre proyector y una mujer reflectora, que entre un hombre reflector y una mujer proyectora.

Si bien como digo no se puede comparar, y cada pareja y persona es un mundo, desde mi experiencia puedo decir que el hombre reflector se parece muchísimo a un hombre generador, porque tiene un aura que al fin y al cabo, aunque es diferente, tiene una protección energética frente al mundo: el generador porque emite la energía y no deja que ninguna otra energía entre en él, y el reflector porque desarrolla una especie de carcasa natural que impide que otras energías lo penetren.

Y por lo tanto, para una mujer proyectora más emocional y que se implica muchísimo como vengo comentando en este vídeo, porque su obra va directa a estar enfocada constantemente en el otro, puede sufrir muchísimo porque es el máximo de la feminidad y la apertura y puede verse en serios problemas cada vez que intenta sondear y conocer al reflector de una forma natural. Este, añadido a su forma de comunicarse a través de silencios que venimos arrastrando de la época prehistórica (su forma de procrear y de protegerse es el silencio y estar callado, y la de las mujeres es todo lo contrario) puede crear sufrimientos especialmente en la mujer proyectada.

Primero he de explicar muy brevemente lo que ocurre entre una mujer proyectora y un hombre reflector, antes de dar entrada a la respuesta a tu pregunta para que lo puedas comprender mejor. Para que comprendas la dinámica de auras y cómo funciona en cada caso.

La mujer proyectora necesita mucha atención a nivel emocional, penetrar al otro y comunicarse constantemente para comprenderle, y encima lo hace con un aura muy potente.

Si bien hay mucha atracción entre una mujer proyectora y un hombre reflector, es una relación compleja muchas veces, porque desde esa profundidad que ambos tienen se pueden entender muchísimo, pero muchas veces ella, sumado a la biología de ella por el mismo hecho de ser mujer, no entenderá por qué tiene tanta tendencia a comunicarse tan profundamente y a querer saber sobre el otro, primera por ser mujer y conectar mucho con sus emociones y segunda porque su aura le está invitando y empujando constantemente a salirse de sí misma para penetrar al otro y meterse dentro del otro.

Por eso mismo, el reflector hombre con su escafandra áurica y burbuja que le hace entrar y salir de los grupos y de las personas a su antojo según conveniencia, y salir sin ningún tipo de remordimiento, añadido al hecho de ser hombre que necesita más estar callado y levantar una especie de muro similar al que levantan energéticamente los generadores, puede crear mucha resistencia porque la mujer proyectora puede sentir que ella va a estar intentando trabajar la relación y comprender al otro, mientras el otro reflector según antojo, o incluso puede parecer egoísmo va a necesitar de la mujer proyectora según le convenga, o va a desaparecer según también le convenga; porque no tiene esa necesidad como reflector de entregarse al otro ni de dar explicaciones. Y si encima es hombre, lo mismo ocurre ante la forma de resolver los conflictos que pueda haber a través de la distancia y el silencio. Obviamente, no hace falta decir que aquí la persona que más sufre es la mujer proyectora. Por ser mujer, y por ser proyectora.

La dinámica entre un hombre proyector y una mujer reflectora es un poco la misma, pero yo diría que se sufre menos entre ambos porque aquí se ve todo un poco más equilibrado.

Como digo, hay que ver los condicionamientos que están añadidos, aparte del tema del Diseño Humano. Si estamos hablando de un hombre proyector y de una mujer reflectora, puede que el mismo hecho de que el hombre sea proyector, aún cuando por el mismo hecho de ser un hombre y sea un poco más desenfadado con el tema emocional y tienda a llevar las cosas hacia el silencio y la distancia, y así mismo como muchas veces suelen hacer los hombres todavía dejándose llevar por esa biología de la que te hablaba que venimos arrastrando; el hecho de ser proyector puede hacer que esos rasgos se suavicen y se contrarresten y haga que tenga un nivel de atención hacia la mujer más elevado porque su aura lo invita constantemente a conocerla y a entenderla emocionalmente.

Lo que hace que ella desde su parte biológica como mujer, se sienta sostenida aún cuando sea reflectora y su aura la lleve a desapegarse un poco más emocionalmente que la de la mujer proyectora y a entrar y salir de los grupos y de las personas soltando mucho más desapegadamente.

Si a esto añadimos que el hecho de que la mujer sea reflectora, al tener todos los centros abiertos, incluido el de la voluntad, tal vez no estará tan pendiente de que el hombre proyec esté encima de ella; sino que estará un poco más suelta y desenfadada sin tener tanto las cosas en cuenta. A nivel biológico como mujer estará muy conectada tal vez con sus emociones y con la comunicación (ya digo que en ambos casos habría que ver el tipo de perfil en Diseño Humano, el tipo de apego y la forma de haber nacido entre otros), pero como su aura es la de una reflectora, no tendrá el foco tan encima de el hombre, es decir, de la otra persona; y su aura la invitará a estar centrada en varios grupos, personas o situaciones a la vez, sin depositar tanta carga emocional y energética en el otro como hombre, cosa que el hombre proyector percibirá más y se verá todo más equilibrado, tal vez con menos resistencias en general.

Imagen de Pexels en Pixabay

El hombre proyector estará un poquito más atento a ella. Y ella reflectora no estará tan pendiente de si él está o no está. Ambos tienen el punto justo de desapego y también de acercamiento. En todos los casos puede funcionar, pero aquí es más sencillo, diría yo.

Cuando la mujer es proyectora, está muy atenta a él, mientras él va a su bola y no la tiene tanto en cuenta, y solo lo hace según conveniencia propia, y ella sufrirá mucho. Si ella le demanda él puede ignorarla. Aquí parece que todo el tiempo es ella quien se acerca y él es quien se aleja porque es el colmo y máximo de la receptividad. Tarde o temprano, la proyectora se cansa. Y tarde o temprano la proyectora siente que es ella la que tiene que estar esforzándose por poner distancia si quiere dejar espacio para que él entre. Y aún así. No siempre, pero un reflector puede llegar a ser agotador para una mujer proyectora.

Cuando el hombre es proyector y la mujer reflectora puede haber más puntos de acercamiento. El hombre proyector no toma la distancia tanto como una amenaza porque está más desapegado, pero luego hace por acercarse más que un hombre reflector con una mujer proyectora.

La mujer reflectora no va a tener tan en cuenta las distancias del hombre proyector, porque ella misma necesita muchos espacios, pero como mujer también buscará acercarse al hombre proyector porque le atrae mucho.La mujer reflectora no está tan pendiente del hombre proyector, pero puede conectar con éste cuando éste se acerca áuricamente hacia ella, y ella puede buscarlo con menos remordimiento y agresividad tras pasar por sus espacios de desaparición, siguiendo los ciclos lunares (dejo aquí este vídeo que resultaría interesante también de ver):

Mientras que cuando el hombre reflector desaparece de la vida de una mujer proyectora, y lo digo por experiencia, puede ser muy agresivo no tener ningún tipo de remordimiento, ningún tipo de consideración hacia la mujer proyectora, que percibe todo de una forma mucho más sensible; y aquí los extremos se polarizan muchísimo más, él porque es doblemente pasota por ser reflector y por ser hombre, y ella porque está particularmente atenta a todo, primera por ser mujer a nivel emocional de sensibilidad, y segunda por ser proyectora. Máximo de feminidad en la mujer proyectora con máximo de masculinidad en hombre reflector.

A la inversa esto se contrarresta como te explicaba anteriormente.

Cuando es la mujer la que es reflectora deposita menos presión en el hombre por el tipo de aura que tiene aunque este más conectada a sus emociones. Y el hombre proyector es menos pasota y está más atento, cariñoso y cercano hacia ella; por lo tanto en ese punto es donde se encuentran.

Aunque hay de todo, yo diría que es mucho más fácil de llevar un hombre proyector con una mujer reflectora.

 

Imagen de Pixabay.

Puede darse el caso de que la reflectora pueda llegar a ser muy pasota y el hombre proyector demasiado atento, y pueda ocurrir el mismo sufrimiento que ocurre cuando la mujer es proyectora y el hombre es reflector, y va más a su aire.

Aquí también influye mucho el tipo de año en que se ha nacido a nivel chino y luego también el signo del zodiaco. Es complicado cuando los signos de tierra se encuentran con los de aire o agua por ejemplo. Se pueden ayudar pero también puede haber sufrimiento porque uno se aferran más y otros están más sueltos y no les importa cambiar de persona.

También influye muchísimo el hecho de que el proyector tenga la fuerza de voluntad definida o no. Si la tiene definida, estará mucho más presente en la relación. Y si bien el reflector no lo tiene definido, puede que haya aprendido a desarrollarlo y se encuentren en ese mismo punto, y aquí ocurre tanto si el hombre es proyector y la mujer reflectora o viceversa.

Luego hay otra cosa muy importante que hay que tener en cuenta en todas las parejas, pero especialmente con aquellos que son reflectores que están sujetos a los tránsitos.

Si por ejemplo tú en tu diseño tienes muchas conexiones electromagnéticas en tus canales con la otra persona, y en los restantes no hay conexiones electromagnéticas, pero a través de los tránsitos cósmicos de astrología y en Diseño Humano hay planetas que nos están marcando una puerta que no es nuestra y que la tenemos en blanco de forma natural desde la impronta del nacimiento, si la otra persona tiene la puerta contraria marcada por otro planeta cuando nació o simplemente por tránsito, habrá una atracción que durará el tiempo que exclusivamente dure solamente ese tránsito. Traducción: hay relaciones que funcionan muchísimo mientras hay y duran unos tránsitos cósmicos concretos.

En el momento los planetas se salen de esas puertas ya no hay atracción, y si ambos durante el tiempo que han estado juntos e incluso mejor digo, antes de conocerse han trabajado muchísimo el enraizamiento con su Ser que está trabajado más allá de todo condicionamiento, la relación se puede sostener.

Porque a eso venimos, a Ser Amor y a estar fuertes desde nuestro Ser,al margen de nuestros condicionamientos que nos han de servir como referencia, pero no para condicionarnos nuestras decisiones. Al menos, sí al principio.

Pero todas aquellas personas que todavía sean menos fuertes que sus condicionamientos y estén sujetas a este tipo de situaciones en los tránsitos, y que encima no saben nada de esto, en el momento se inicia un tránsito que cree una conexión electromagnética a través de varios canales entre dos personas, habrá una atracción brutal y la pareja puede que funcione bien. Habría que ver cada caso concreto.

Pero lo que está claro es que cuando el tránsito salga de esa puerta que está creando la conexión electromagnética en ambos, la relación se romperá si no tienen un trabajo de anclaje en el Ser previo a la unión de esa relación. Por eso hay parejas que en años concretos o después de doce o veintitres años se rompen. Solo están unidas por tránsitos. No hay Amor que vaya más allá de eso y que sea más fuerte. Para eso solo el alma sabe.

Al final es lo que digo, que si el amor es mucho más fuerte y es trabajado, no importa si eres reflector o proyector, si eres hombre o mujer, o si los tránsitos están haciendo de las suyas. Esa persona es para ti, sí o sí. El Ser y el alma van mucho más allá de eso, y si hay una persona que tiene que ser para ti, lo va a ser, y te «esperará». Algunas veces será consciente de eso y otras no, pero lo que está claro es que estará ahí para ti, en el momento adecuado cuando los dos soltéis y bajéis la guardia en este engranaje perfecto que es la vía del tren que vamos creando todos, pero que también está ahí; por mucho que los dos sintáis que hay situaciones en las que perdéis el control y que no vaya a ser, o que haya distancias. Y tal vez sea eso que tanto teméis, lo que os lleve precisamente a estar juntos.