Observo que en muy poco tiempo, la humanidad concretamente en según qué zonas geográficas, ha distorsionado y perdido por completo el sentido común acerca de lo que implica vivir los valores vinculados a la fiesta de la Navidad.
Valores como la fraternidad, la unión, la comprensión, la presencia, la paz, la empatia, lo solidaridad, la verdad, la bondad, el valor de la familia, de las buenas y sanas relaciones, entre otros, se ha visto sustituido por completo por el consumismo, la competitividad, la sobre estimulación nocturna, el trasnochar en lugar de usar el invierno como recogimiento y periodo de saneamiento y reflexión, el estrés, las prisas, la costumbre sin cuestionamiento alguno, el gasto y el derroche desmesurados; incluso cuando muchas personas no se lo pueden permitir poniendo en riesgo su situación económica e incluso su salud.
Voy a tratar la forma en la que se está viviendo la festividad de la Navidad en general, y la transformación que ello ha tenido en nuestra cultura a lo largo de los últimos años.
El egoísmo viene dominando también el tema que abordo hoy por esos valores que se están empezando a volver más tóxicos, que se están perdiendo por completo y retroalimentándose entre sí, son los que se está transmitiendo a adolescentes, niños y bebés con las consecuencias que ya está llevando para todos en estos momentos y de cara a futuro de una forma tremendamente dañina. No sólo se extienden a esta etapa sino también al resto del año.
Bajo mi perspectiva creo que es necesario reinventar esta tradición o incluso desechar todo aquello que ya no sirve y no hacer las cosas por fuerza, miedo, costumbre, falta de autoestima y de poner límites y obligación. Desde hace más de 16 años cuando era muy jovencita, me di cuenta de todo esto y yo misma he tenido que pasar por muchas dificultades y obstáculos para romper barreras, y no llevar a la práctica lo que las costumbres sin cuestionamiento y los miedos del subconsciente colectivo hechos carne en mí uno a uno ha supuesto.
Desde el contenido de hoy hago un llamamiento a la sociedad, sin ánimo de que nadie se escude en ella como excusa para no confrontar lo que en el fondo se está sintiendo y perjudicando a todos, y precisamente desde ahí también hago dicho llamamiento a cada uno por individual para que empiece a tomar conciencia de los estragos de la mentira y la hipocresía, por muy buenas intenciones que haya, fomentar el alinearse con uno mismo desde la verdad y el ser más auténtico para no perpetuar algo que ya no tiene ningún sentido.
Hago un llamamiento además para que lo que ya no se sostiene y está completamente retrógrado, estancado, anquilosado y yo diría que hasta tóxico desde hace ya muchísimo tiempo; y todavía estamos en este punto en el que muy poca gente se posiciona, vaya quedando atrás en pos de unos estilos de celebración nuevos, más sanos y más alineados con nosotros mismos. No es casualidad que lo que está pidiendo esta transición y cambio en estos momentos para cada uno sea lo mismo para todos, porque, no olvidemos que a partir de cuarta y quinta dimensión no hay separación física propia de la tercera dimensión, y la esencia de lo que es el ser equivale a que todos somos lo mismo. Pero cada uno tiene su libre albedrío aquí en la 3D a través de sus cuerpos de elegir cuáles son las decisiones que toma, si alinearse y reinventar la situación o seguir anclados a adiciones y formas de vivir que están totalmente alejadas del amor, el ser y el respeto por uno mismo.
Llevaba muchos años queriendo hacer este podcast, aún cuando en un principio iba a hacer un artículo para mi blog. El motivo de la tardanza ha sido mi propia situación de recuperación en un entorno hostil, con muy pocos recursos mientras tenía más urgencia de ir sacando adelante la novela, el canal de Youtube, el blog, estudiar inglés, hacer ventas para sacarme adelante y el vídeo de los proyectores que me ha tenido entretenida, grabando y preparándolo durante dos años. Poco a poco voy e iré sacando el contenido según mi energía me lo vaya permitiendo. Espero que esto sea de gran ayuda y sirva como guía y dirección en estos tiempos convulsos que estamos viviendo de cara a la transición en la que ya estamos inmersos.
Disfrutad.
