Cuidado, a veces hay personas jóvenes que han recabado mucha experiencia y conciencia y personas de 40 o 50 años que no despertarán ni estarán conscientes ni aprenderán por las próximas 500 reencarnaciones. Y viceversa. Hay de todo. No resulta prudente generalizar. ¿Cuánta gente se da cuenta de esto?
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Los juicios sobre la edad y con respecto a un puesto de trabajo
Cuando yo tenía 25 años estaba harta de trabajar en varios trabajos y haciendo guardias como enfermera en hospitales. A día de hoy he experimentado mucho más, claro, pero conozco personas de 40 y 50 años que todavía no se han enterado de lo que es la vida y el trabajo.
Muchas veces las apariencias son lo que son pero otras veces no hay que dejarse llevar tan a la ligera.
En lo que hay que fijarse es en el nivel de conciencia de la persona, en sus ganas para aprender y ser resolutiva, independientemente de la edad, que por supuesto también es importante fijarse. Es el conjunto.
Aún cuando no depende de la edad, también las personas jóvenes suelen estar más fuertes que una persona más mayor. Puede haber personas jóvenes que optan a un puesto de trabajo que son muy resolutivas y personas de más edad que están amargadas y no hay forma de tratar con ellas. Recuerdo todos los lugares por los que he pasado y tratado con personas, y hay de todas las formas y colores: jóvenes e incompetentes, jóvenes y competentes, mayores e incompetentes, más mayores y muy competentes.
¿Cómo evitar el juicio de valor y por lo tanto la equivocación?
1. Siéntense con cada una de las personas y hablen con ellas. El tiempo que sea necesario. Así sí que ahorrarán tiempo de cara al futuro.
2. Vean cómo trabaja cada una de esas personas, sola y en equipo.
Simplemente con esos dos sencillos puntos se puede saber.
Lo que hay que hacer es valorar a cada persona de una forma única para el puesto que se requiere, y valorar todos los requisitos. Independientemente de la edad y las apariencias venimos a encarnar en cuerpos: hay que ver la experiencia, la formación, la conciencia, la resistencia y el manejo frente a situaciones difíciles o bajo presión, la fuerza, la perseverancia, la voluntad, las ganas de trabajar, las ganas de aprender, la competencia sobre el tema y la disponibilidad, la seguridad y la autoconfianza entre otras.
La edad es importante, pero no siempre determinante.
