En las redes sociales y en los comentarios algo «fuera de lugar» que muchas veces escuchamos a pie de calle se suele decir que las personas que todavía viven con los padres son completamente inmaduras y las personas que viven independizadas ya son seres adultos y responsables. Sin embargo, ¿realmente hasta qué punto esto es así?
Imagen de Dennis Larsen en Pixabay.
Nido simbólico
Algo que la mayoría de gente no entiende es que el nido puede ser simbólico. No siempre se trata de vivir o no vivir con los padres, sino de madurez emocional. Es más, me he encontrado con mucha gente que vive con sus padres, debido a la carga que estos les han provocado desde que nacieron y que es tremendamente madura y responsable, y que muchas veces se ha independizado o ha tenido que volver con ellos, o nunca se ha marchado de casa porque ha tenido que ser padre o madre de sus propios padres y de sí mism@, y eso le ha hecho gastar una cantidad enorme de energía en sacarse sol@ adelante y en mantener a los padres, y procesar toda la basura emocional y energética que han ido trayendo de generaciones atrás en el árbol genealógico.
Eso es lo que no se dice y mucha gente no se da cuenta y repite como loros aquí en las redes, con el consiguiente daño e incomprensión que provoca en quienes lo sufren y se les tacha de inmaduros sólo porque aún no se han podido independizar.
Y una gran cantidad de hombres que viven solos e independizados, que se creen que no necesitan de nadie porque tienen todo el dinero del mundo por tener un trabajo «estable», que son completamente narcisistas y egoístas, acostándose cada noche con una mujer diferente (teniendo en cuenta que cada uno puede hacer lo que quiera pero la cuestión es el cómo lo hace) y dándole una patada después de tener sexo sin amor con ellas, a la mínima que se encuentran con un malentendido o conflicto (que la mayor parte de las veces es provocado por ellos y por su inmadurez e irresponsabilidad). Estos siguen siendo Peter Pan y siguen dependiendo de la madre, energética y emocionalmente, incluso aún cuando muchas veces esta pueda estar hasta muerta. Lo que no se entiende es que a nivel de árbol familiar y de constelaciones familiares ese hueco energético lo está ocupando la madre o la familia, y no deja espacio ni a ser él mismo ni a que llegue otra persona.
Imagen de Rosy / Bad Homburg / Germany en Pixabay.
Todas las combinaciones posibles
Claro que hay personas que viven con los padres que están completamente acomodadas y viviendo de gorra por la cara; y otras que viven independizadas que son responsables, y se han sacado adelante solas, pero ojo que hay que ver todo. No metamos a todos dentro del mismo saco sin pensar, por favor, porque estaréis cometiendo juicios muy graves y muy «injustos» contra muchas personas.
No por vivir con los padres se es un ser irresponsable y atontado, y no por vivir independizado se es una persona madura.
Una persona que vive sola, soltera e independizada también está acostumbrada a hacer lo que le dé la gana, cuando le dé la gana sin medida sin tolerar dejarse mejorar por nadie, a tener sus manías y a no comunicarse al más mínimo malentendido, y a echar fuera de su vida a la más mínima incomodidad o responsabilidad que implique interactuar con otro, porque precisamente lo único a lo que están acostumbrados es a convivir con ellos mismos y como mucho, a salir con los amigos para las cosas divertidas, y para las personas de usar y tirar, para lo que todos sabemos. Hoy en día hay mucha gente así. Pero mucha. Muchísima.
La oscuridad iluminada de la convivencia
Vivir con los padres mientras uno se va sacando de casa también da la oportunidad de aprender a convivir y aprender a manejar los conflictos, cosa que muchos niños de 30 a 40 o 50 años que viven solos, no hacen, y compensan con viajes, dinero y todo tipo de adicciones. Porque gracias al dinero se lo pueden permitir. Pero el dinero nunca podrá pagar una buena comunicación y una buena dosis de responsabilidad, se viva con los padres o no.
