No. No es la soledad. No es la depresión. No es la enfermedad. No es la falta de dinero o de recursos. No son los divorcios o las rupturas. No es el problema de acceso a la vivienda. No es el abandono o los conflictos familiares. No son los niños (ni los adultos) perdidos. No es la esclavitud. No es el exceso de trabajo. No es la falta de gestión o de acceso a los recursos. No es la desigualdad, la sequía, el hambre, la pobreza o las catástrofes naturales. No son las discusiones o los conflictos. No son las guerras. No es la lucha por los recursos, ni la corrupción política. No es el aislamiento. No es nada de eso. Eso no es el problema.

Imagen diseñada por mí con Inteligencia Artificial. Programa Copilot, de Bing (Microsoft)
El problema nunca es el problema en sí. El problema es no saber identificar correctamente el origen del problema, ni cómo resolverlo. Así pues, el problema es otra cosa. ES, LA INCOMPRENSIÓN, venida SIEMPRE de la FALTA DE CONCIENCIA, que es la que PROVOCA todo lo anterior.
La raíz de la incomprensión
La incomprensión suele venir por falta de conciencia, por falta de experiencias en sí que permitan comprender a través del sufrimiento, y más adelante a través de la incomodidad, y más adelante a través del amor que engloba todo a su vez.
También la incomprensión suele venir por falta de asimilación de experiencias, pues muchos sabemos que hay personas que por más que viven ciertas experiencias una y otra vez no aprenden absolutamente nada. Y pueden pasar vidas y vidas…
El «mal» del «siglo XXI» no es malo ni negativo, porque desde esa oscuridad y sombra nos conduce a aprender y a tomar conciencia y comprensión de las cosas. Pues también he de decir que no es lo mismo entender que comprender. La comprensión va más allá del entendimiento. Es mucho más profunda, y descansa en la experiencia.
El entendimiento es un proceso más puramente mental y cognitivo. La comprensión está basada en un proceso más experiencial y corporal de la vida.
El entendimiento es un proceso más puramente mental y cognitivo. La comprensión está basada en un proceso más experiencial y corporal de la vida. A eso vinimos. A vivirlo y sentirlo en el cuerpo físico y en el cuerpo emocional, que es donde se experimenta la incomodidad, el dolor y el sufrimiento. Y eso es lo que nos hace aprender y tomar conciencia.
Y por eso infinitas almas están como locas (por decirlo de alguna manera), encarnación tras encarnación, anhelando llegar al plano físico para poder evolucionar y trascender subiendo de nivel. Sólo en el plano físico se puede sentir y sólo en el plano físico se puede trascender cuando no hay comprensión previa. Y a veces, además, tampoco entendimiento.
Nada es un «mal», porque si nos ayuda a avanzar (aunque muchas veces sea incómodo), ¿es realmente negativo? Y tampoco la incomprensión es algo que pertenezca al siglo XXI; sino que forma parte de la Historia de la Humanidad en todas las veces que la Tierra y el resto de cuerpos cósmicos ha debido pasar por sus procesos de kharma.
Y esa es la razón por la que una y otra vez «llegamos» al mismo punto: porque todavía la Humanidad en masa no ha aprendido a comprender.
Ahora bien, dentro y al margen de eso, siempre hay seres más despiertos que están conscientes, porque han ido pasando por todas las experiencias de sufrimiento e incomodidad que necesitaban pasar, para llegar a comprender hasta los límites de lo absurdo y lo más amplio, que es lo que permite realmente empatizar y sentir compasión hacia uno y hacia los demás, desde un AVANCE EN CONCIENCIA.
Lo que más daño hace y lo que más estancamiento provoca es la falta de comprensión. Y que muchos vengan aquí una y otra vez y sigan sin comprender… transitando infinidad de experiencias que les hagan despertar; bien sea abriendo los ojos poco a poco, o bien ante un «golpetazo» o «sacudida»…
La comprensión no es algo que venga de fuera, sino que viene de dentro, cuando llega el momento. Cuando el alumno está preparado, el maestro aparece. Y ese maestro es la vida que trae las experiencias. La comprensión no es algo que se pueda forzar, presionar, enseñar o explicar. Es algo que necesariamente ha de ser vivido y experimentado en el cuerpo y en los sentimientos. De lo contrario, jamás tendrá su efecto. O no tendrá igual efecto, que es de lo que se trata.
Cuando la persona ha vivido la cantidad de experiencias suficientes y suficientes, es cuando tal vez ya puede estar lista para dejar de sufrir aunque esté incómoda, porque a través de la experiencia y la comprensión, y la comprensión venida a través de la experiencia, y ya ha aprendido a distinguir lo que es «sufrimiento» de «incomodidad»; ahí es cuando tal vez probablemente puede llegar a estar lista para comprender DESDE EL AMOR sin necesidad de pasar la experiencia necesariamente. Es cuando se ha trascendido y transmutado gran parte del kharma, y ya no necesita sufrir para comprender, sino sentir y experimentar el Amor en absolutamente cada suceso, experiencia o ser para poder avanzar. Porque ya ha aprendido desde la gratitud a verlo en sí mismo. No se puede ver el amor fuera si primero no se ha aprendido a ver dentro. Y hay que aprender a ver el amor en la oscuridad o en cada suceso aparentemente oscuro. El amor siempre está. Otra cosa es que uno sea capaz de verlo o no. Y eso implica transformar la mirada y ver el amor en absolutamente todo, y es lo que trae la comprensión.

Imagen diseñada por mí con Inteligencia Artificial. Programa Copilot, de Bing (Microsoft)
¿Cómo potenciar y fomentar la comprensión?
Es necesario pasar, por tantas experiencias de sufrimiento como sea necesario para llegar a comprender (y no sólo entender) esto. Si se hubiera aprendido no estaríamos en el punto kharmático (desde el punto khármico) que estamos. «Kharmático» es de esta vida. «Khármico» es de otras. Pero lo que hacemos en otras vidas nos condiciona en ésta. Porque si lo hubiéramos aprendido en otras vidas, no estaría volviendo a ocurrir en ésta. Ese es el lema principal que muchos olvidan durante las regresiones. Tanto terapeutas como personas que se exponen a dicha terapia o a los terapeutas. De lo que se trata es de aprender a transformar la sombra en luz, es decir, el kharma en dharma. Y para eso es necesario elevarse, y observar.
Y para eso es imprescindible y necesario pasar por las siguientes experiencias antes de iluminarse (no expongo todas porque entonces la lista sería interminable):
-Tomar conciencia corporal -Tomar conciencia de los sentimientos
-Gestionar la ola emocional y los sentimientos
-Expresar y canalizar de forma segura el miedo, la rabia y la tristeza. También la alegría, entre otras
-Comprender los mensajes del cuerpo, los sentimientos, y del Cosmos, que siempre ambos están conectados
-Aprender a tomar las decisiones desde el punto anterior
-Aprender a amar y respetarse uno al mismo tiempo que lo hace con los demás. La mayoría de la gente sólo ha alcanzado a llegar a aprender a hacerlo sólo consigo misma o sólo con los demás
-No enseñar jamás lo que solamente otros pueden aprender
-Amar en la cercanía cuando es necesario, en el plano físico
-Amar en la lejanía del plano físico cuando es necesario también
-Sentir siempre gratitud y compasión ante sea lo que sea que ocurra. Ver siempre dónde está el amor en cada gesto, por oscuro que parezca
-Saber poner límites: cómo, cuándo, donde y a quién. La mayoría de la gente pone límites donde no tiene que ponerlos, y no los pone donde tiene que ponerlos. La mayoría de la gente dice «sí» cuando quiere decir «no», y dice «no» cuando quiere decir «sí». Este desalineamiento típico es el que provoca todas las situaciones de No-Ser en este plano
-Nunca tomar decisiones bajo duelo o por impulsividad emocional. Sólo a veces y con según que colectivos o personas la rabia es necesaria para movilizar y crear un cambio necesario en pos de la prosperidad. El resto de veces, sólo sirve para destrozar relaciones y corazones
-Poner límites a tiempo, comunicar los sentimientos en el momento (o en su defecto lo antes posible), y no aguantar para explotar en el momento menos indicado y con la persona menos indicada. Esto siempre viene por una falta de gestión emocional
-Gestionar las finanzas desde la gestión emocional. Todo eso también traerá salud al cuerpo
-Saber cuándo necesitar estar solo y cuándo necesitar cooperar
-Aprender a pedir ayuda
-Aprender a dejarse ayudar
-Aprender a saber ayudar
-Aprender a no ayudar, sin sentir culpa
-No machacar ni presuponer nada sobre los que piden ayuda. Ni tampoco sobre los que no lo hacen. Lo mismo con el suicidio, el aborto, la enfermedad, la muerte o la eutanasia. Nunca sabrás si serás el siguiente
-Distinguir entre entendimiento y comprensión
-Distinguir en la experiencia humana, dentro y fuera de la cama, la enorme diferencia entre follar, y hacer el amor
-Distinguir entre vivir y sobrevivir
-Distinguir entre decidir y elegir
-Respetarse tanto, que jamás toleres la esclavitud de nada, ni de nadie, mientras vas trascendiendo
-Aprender a pasar los duelos y a perdonar. En una fase mucho más avanzada, tras haber vivido incontables pérdidas, que te hayan destrozado tanto hasta que hayas aprendido a reconstituirte con ellas, también a comprender que ni los duelos ni el perdón es necesario porque nunca hubo ofensa. Cuando comprendes por qué la gente hace lo que hace, y cuando comprendes que haces lo que haces, porque a ti mismo te comprendes primero
-Desear siempre lo mejor. Para ti y para el otro. Siempre
-Aprender a ser incondicional, y al mismo tiempo lidiar con la paradoja de necesitar reciprocidad. No siempre la necesidad es tan mala como se está pintando. Respetar las necesidades físicas y emocionales humanas también es humano y divino
-La ansiedad, el dolor y el sufrimiento como catalizadores, como mensajeros, y guías de vida para tomar la dirección correcta. No verlos como castigo
-Aprender a comunicarse asertivamente
-Distinguir entre el miedo que está intentando protegerte de algo que no es sano para ti, del miedo que precisamente te está empujando a que hagas algo que es sano para ti si lo haces
-Aprender a integrar el pasado, el presente y el futuro sin negar el futuro ni tampoco el pasado. No perderse sólo en la ilusión del presente, pero tampoco sólo del futuro o el pasado. Aquí, o bien en un punto, o en otro, caen casi todos como moscas. No olvidemos, que seguimos en la burbuja 3D de espacio-tiempo. Si hay pasado, presente o futuro, es porque estamos anclados a un cuerpo físico para aprender. El presente no pertenece nunca al plano material, pero se integra con él. Es como la metáfora de un tren que sigue una ruta
-No mentir ni ocultar, y siempre decir la verdad, aunque a veces duela, sea incómodo o no sea fácil
-Aprender a reconocer quién miente de quién dice la verdad
-No presuponer jamás precipitadamente o impulsivamente
-No precipitarse, pero a veces, ser previsor
-Dejarse llevar, pero sabiendo planificar, pero sabiendo dejarse llevar
-Apreciar y aprender durante los contrastes
-Aprender a entrenar la felicidad y a saber verla aunque haya dolor físico o incomodidad emocional
-Aprender a lidiar con la soledad impuesta. Distinguir cuándo la soledad es necesaria y cuándo es «destructiva». Lo mismo con las relaciones
-Saber cuándo marcharse, y saber cuándo quedarse
-Aprender a estar en silencio sin sentir incomodidad
-Aprender a no dejar el peso y la responsabilidad de la comunicación en el otro
-Sacar todos los talentos y potenciales; y desarrollar la visión, la clarividencia, la clariaudiencia, y la clarisentencia
-Cultivarse en las disciplinas terrenales y mantener siempre la educación y la cortesía. Siempre busca cooperar con otros, empezando por hacerlo contigo mismo
-Conocer y trabajar a tu favor con las Leyes y los Principios Universales
-Saber parar, y cuándo
-Saber actuar y cuándo
-Lo anterior, sin importar lo que te digan
-Pon límites, pero también respeta los de otros
-Aunque no te comprendan o no te sientas comprendido, sigue fiel a ti, tus proyectos y tus principios. Pero no busques nunca jamás dañar a nadie, ni con la acción, ni con el sentimiento, ni con el pensamiento. Nunca busques manipular en ese sentido
-Suelta el control, pero aprende a crear conscientemente. «Controlas» cuando dejas de controlar. Que no hay ni un destino ni un libre albedrío, pero sí lo hay. Paradójicamente hay un plan, pero tú escribes la historia. Todo está diseñado para que creas que no puedes salir. Y cuando salgas solo, verás que no tenías otra opción. O tal vez sí…
-Aprende de las contradicciones y paradojas. Incluso de ti. Incondicionalmente en tus peores y mejores días
-Aprende a argumentar. Aprende también a dejar de explicar o enseñar
-Aprende a saber cuándo es necesario pedir, y cuándo hay cosas que jamás deben ser pedidas, mendigadas o reclamadas
-No intentes cambiar nada. Intenta transformar todo
-A veces permanecer en silencio es lo mejor que puedes hacer. Otras veces es lo peor que puedes hacer. Pero nunca te equivocarás porque el fracaso es lo que ganarás para ser feliz: aprender
-Aunque duela, eres feliz y no lo sabes. Aprende a valorar cada cosa
-Cumple tu palabra y tus promesas. No te gusta cuando no lo hacen contigo. Entrena la voluntad
-La pareja, las amistades, las personas y la familia no lo son todo. Pero también lo son
-¡Ey! No pasa nada por tratar a un desconocido como si le conocieras de toda la vida. La vida iría mejor. A veces siento que trato a cualquier ser que no conozco infinidad de veces mejor de lo que la mayoría de la gente trata a sus parejas
-No pretendas tratar sólo bien y con más atenciones a tu pareja siempre. El resto del mundo existe también. Cuando tu pareja no esté, el bofetón será mayor y habrás descuidado el resto de relaciones y áreas de la vida. Pero por favor, si tienes pareja (o quieres conseguirla) cuídala y mímala siempre. Tanto como a ti mismo y como a los demás
-Pon todo el amor que puedas en todo lo anterior y en todo lo que hagas. Y si no te sale, no lo fuerces. Ya saldrá mejor la próxima vez. O no. Igualmente no lo fuerces. También eso es amor -Si te duele, simplemente siéntelo. No lo niegues
-Si te duele todavía más, hazlo arte: escríbelo, grábalo, báilalo, píntalo, dibújalo, diséñalo, interprétalo, dirígelo, componlo, haz música… Crea todas las formas de arte que puedas. Y comunícalo cuando sientas. Y no lo hagas cuando sientas que no debas hacerlo
-Sólo a veces, espera. Ten paciencia
-Otras veces, no lo pienses más. Sal de ahí. No aguantes ni una más. Te está destruyendo
-Descansa. Por favor. Una semana. Un mes si lo necesitas. Es complicado, pero más complicado es luego revertir años de una enfermedad que crees incurable y que puede matarte si no la comprendes ni la aceptas en ti
-No corras, pero no te duermas. Sólo, ve conduciendo
-Si llueve, no te vas a morir por mojarte un poquito, pero sólo un poquito. Cuando la lluvia es fina se puede disfrutar del agua sin apartarse de ella
-Tú puedes
-A veces, no se puede. Cuidado con el ego que deja pasar un «no puedo» en su agotamiento, hastío, o falta de confianza; y cuidado con el ego exacerbado que no comprende aún que el cuerpo y la energía aquí son limitados, y que no tolera en ti ni en los demás un «No puedo. Tienes que poder con todo por narices». Mucho ojo con eso
-Si no te comprenden o no te sientes comprendido, deja que sigan su camino y sigue tu ruta
-Si te comprenden o te sientes comprendido, deja que caminen a tu lado, pero sólo si quieren, y quieres tú
-Si te cansas, para, de verdad. Ya seguirás. O incluso, mejor para antes de agotarte. De lo contrario será más difícil revertirlo cuando termines exhausto o exhausta. De hecho, si te paras, podrás seguir. Es más probable que no puedas seguir, si no paras ahora. Dicen que si ignoras las pausas, las circunstancias te detendrán
-Déjalo. Simplemente, déjalo. Da igual lo que sea. No importa lo que te haya costado. Déjalo ya si no compensa. No esperes a reventar y explotar
-No abandones. Al menos lo estás intentando. Pero no sólo lo intentes, ve haciéndolo. Te darás cuenta algún día de que mientras creías que lo estabas intentando, en el fondo ya estabas haciéndolo, y comprenderás que el intento y la consecución siempre son los primeros pasos. Has hecho mucho para llegar hasta aquí. A veces, por eso, si te compensa y lo amas, aguanta un poco más. La vida repara y compensa cuando te escuchas a ti mismo y a ti misma
-Aunque creas que no estás avanzando, cada día un poquito más es mucho más que nunca nada. Descansar también es hacer un poquito. Y un muchito
-A veces es mejor hacer todo lo que puedas. Otras, lo mejor es no hacer nada. Pero sin duda, lo mejor es alternar, lo uno con lo otro, y saber discernir
-Hay fuegos físicos que nunca queman, y palabras que incendian. Para «bien», y para «mal» Cito una oración que me encantó cuando la leí: «si abres tu cerebro, tu mente, tu alma y tu corazón, evitarás que algún cirujano lo haga en un futuro por ti».
Y yo añado: «Además de los cirujanos físicos, también los hay en otros planos.
Atención, porque no todas las cirugías son físicas, y no todos los cirujanos están conscientes. Más vale que operes en ti, a tiempo y consciente; antes de que lo haga otro por ti, sobre ti».
Trasfondo y necesidad de la comprensión
CUANDO HAS SUFRIDO TANTO, PERO TANTO, TANTO, TANTO… QUE DICHO SUFRIMIENTO SÓLO PUEDE SER EXPERIMENTADO POR OTROS PARA COMPRENDERTE, DE LO INDESCRIPTIBLE QUE ES…
Cuando has sufrido lo inimaginable en tu cuerpo y en tus sentimientos durante tiempo suficiente, añadido a la incomprensión de quienes aún no han sufrido lo inimaginable, y por lo tanto no están listos para ver, ves la belleza en cada atardecer, en cada paseo, en cada pluma, en cada mariposa, en cada respiración, en cada rayo de Luna y polvo de estrellas… Y das gracias, hasta por lo que te destruye.
Pero cuidado, porque cuando aprendes por todo esto a dar gracias por lo que te destruye, te metes en un arma de doble filo porque también caes en el riesgo de adquirir la costumbre de aceptar migajas por cualquier cosa. Sé grato, y al mismo tiempo no te conformes. Esto no es un discurso victimista. Es que la mayoría de personas al final (y al principio), necesitan sufrir para comprender a otros. Será su único modo… al menos de momento y para empezar. No es mi anhelo que nadie sufra. Es que no podrán evolucionar de otro modo al principio.
Lo más importante es aprender a alinear siempre lo que se dice, con lo que se piensa, con lo que se siente, con lo que se hace. Aquí yo te remitiría a la metáfora de los cuatro jinetes del Apocalipsis, montados a caballo: no dejarse arrastrar por la ilusión del plano físico pero sin renunciar nunca a las necesidades físicas y emocionales humanas, no tomar decisiones impulsivas desde el sentimiento sin gestionar, no decidir sólo desde la mente y la lógica. Integrar los tres anteriores de forma equilibrada para vivir montado en el caballo blanco con el arco, la flecha y la corona.
Comprender lo que significa haber transitado todos los caballos para vivir montado en el blanco (o tal vez ni siquiera en ninguno, trascender hasta eso) comprendiendo lo que significa la corona, el arco y la flecha. ¿Se te ocurre algo más? Puedes compartir✨
Conclusión
Lo más importante para que todo lo anterior ocurra es aprender a escuchar; y siempre, absolutamente siempre, la mejor vía para tomar una decisión y elección es: AVERIGUA POR QUÉ RAMAL HACES UN BIEN MAYOR, A TI, Y AL MISMO TIEMPO QUE CON LOS DEMÁS. AL MISMO TIEMPO ESCUCHA LOS MENSAJES DE TU CUERPO, TU CORAZÓN, TU INTUICIÓN, Y TU ALMA🌹
Y jamás te equivocarás, aunque creas que así está ocurriendo.
¿Sabes? Aquí no importa tanto los tránsitos de diseño humano o de astrología, ni tampoco tu tipo de diseño o autoridad en diseño humano. El consejo anterior funciona siempre. Aunque no tenga sentido, hazlo. Tiene sentido para ti, en el fondo de ti. Aunque tengas todas las razones del mundo para abandonar, o sientas que nadie comprende lo que haces o por qué lo haces, al cien por cien, sigue. Por favor, sigue. Las próximas generaciones te comprenderán y te lo agradecerán, aunque tu cuerpo físico ya no esté aquí. O sí. Ese es el poder del legado.
Los pioneros llevamos todas las flechas en el culo, el corazón caliente, los ojos brillantes y el cuerpo lleno de color (que nació del dolor). No necesitamos más grises ni más borregos. Adelante. Sin permiso. Sin vergüenza, aún a veces con miedo. Sigue. Y comprenderás todo y el por qué.
La luz solamente puede verse cuando ha habido oscuridad, y cuando uno llega a comprender.

Imagen diseñada por mí con Inteligencia Artificial. Programa Copilot, de Bing (Microsoft)
#Ebael #EbaelDeiva #EbaelLaViadelaConciencia #MaquinasdeAmor